VI Congreso Político - Educativo de la CEA "Bicentenario. Realidad, desafíos y proyecciones"

Este foro se instituye como herramienta de apoyo para el trabajo y debate colectivo de los docentes que integran la CEA (y todos aquellos que quieran acercarse a la mirada que desde aquí proponemos) en pos de la temática de nuestro VII Congreso Político Educativo Educación pública para la inclusión y la participación democrática. Experiencias y compromisos de la escuela de hoy.

4 de junio de 2009

Entrevista a Susana Velleggia: “No se trata de prohibir, sino de educar la mirada”

La presidenta de la Asociación Civil Nueva Mirada, una organización orientada a dar respuesta a las necesidades educativas y culturales de niños y jóvenes a través de proyectos de comunicación y expresión, Susana Velleggia, advierte sobre la necesidad de que docentes y alumnos comiencen a formar un espíritu crítico al momento de enfrentarse a un lenguaje audiovisual cada vez más omnipresente en la vida cotidiana de las escuelas.

Periodista: ¿Qué es educar la mirada?

Susana Velleggia: Para mí educar la mirada tiene dos requisitos básicos. El primero de ellos es abrir la mirada y la mente a la apreciación y comprensión de la diversidad cultural del mundo. Lamentablemente la mirada y la mente de nuestros chicos están siendo formadas conforme a un modelo único audiovisual. Esto sucede tanto en la pantalla grande como en la televisión.
Lo que los chicos ven en el cine y en la televisión es el modelo hegemónico único hollywoodense, y esto es una restricción que vulnera sus propios derechos. La diversidad cultural presupone el diálogo entre identidades culturales diversas y si no hay conocimiento de identidades culturales diversas no hay posibilidad de diálogo, es más bien un monólogo. Además, el derecho a la identidad es uno de los derechos humanos básicos.
La propia identidad siempre se forma en las relaciones con los otros, con las identidades de los otros, entonces cuanto más ricos sean estos vínculos tanto más posibilidades de enriquecer la propia identidad. Otro requisito básico para educar la mirada es formar una capacidad de análisis y reflexión que posibilite un distanciamiento crítico con respecto a la oferta audiovisual.
No se trata de prohibir - aunque hay cosas que los chicos no pueden ver ni consumir y para eso está la no cumplida franja horaria de protección al menor- sino que hay que formar la capacidad de elección sobre la base del conocimiento. La libertad de elección -que es un derecho humano fundamental, también- parte del conocimiento de la información, sobre la ignorancia no se puede elegir libremente nada. Entonces un aspecto fundamental de educar la mirada es defender el derecho a la libertad de elección de los espectadores y formarlos en una capacidad de reflexión y análisis crítico sobre el propio lenguaje audiovisual.

P: ¿Cómo se consigue tener una capacidad de análisis crítico sobre el lenguaje audiovisual?

S.V.: Para tener un distanciamiento crítico con respecto a las obras audiovisuales los chicos y los adultos deben tener conocimientos básicos de la gramática audiovisual. A diferencia del lenguaje escrito, en el lenguaje audiovisual no existe la frontera forma-contenido. Por lo tanto, todo significa. Lo que podríamos denominar la “forma” diferenciándolo del “contenido” es un enunciado falso.
Entonces para poder interpretar, apreciar y analizar críticamente una obra hay que tener conocimiento de la gramática audiovisual, y para ello se debe alfabetizar. Se supone que un niño antes de enfrentarse a la lectura de un libro debe ser alfabetizado en la lectoescritura.
Yo no sé por qué se supone que no debe ser alfabetizado en la gramática audiovisual cuando los chicos -y cada vez más- viven en un entorno mediático y audiovisual.

P: ¿Cuáles serían los puntos centrales para abordar esa alfabetización audiovisual?

S.V.: Estar alfabetizado en lo audiovisual es conocer las particularidades de ese lenguaje. Es decir, tener conocimiento sobre cuáles son los significados de los distintos códigos audiovisuales y cómo se plasman en una obra. Por ejemplo, una cámara contra picada significa una cosa, una cámara picada significa otra, una panorámica cumple una función significante, un primer plano posee otra función. El contrapicado resalta la autoridad de alguien, engrandece la figura; el picado, por el contrario, la empequeñece. Esto lo vemos diariamente en televisión cuando se le quiere dar autoridad a un discurso o cuando connotadamente se quiere descalificar otro. Con la edición se han hecho experimentos desde los inicios del cine. El montaje posee un nivel ideológico muy fuerte. Según cómo yo edito tres fotogramas o fragmentos puedo variar el sentido del discurso o construir otro. Por lo tanto, la capacitación audiovisual sirve para conocer qué me están diciendo, en un nivel ideológico, cuando bajo el aspecto de la forma o la estética me están poniendo un plano editado con otro, determinados planos cortos, medios o largos, o movimientos de cámaras.

P: ¿Qué precauciones le aconsejaría tener a un docente al momento de querer utilizar una película como herramienta didáctica?

S.V.: Primero le aconsejaría a los docentes que es imperioso que se capaciten en materia de lenguaje audiovisual. La escuela no puede ser una isla donde los alumnos tengan un cierto tipo de experiencias y fuera de ella tengan otras. Fuera del ámbito escolar los chicos están en contacto con lo audiovisual al menos 4 horas por día a través de la televisión, los videos juegos, Internet, etc. La cultura contemporánea pasa por lo audiovisual y la escuela no puede permanecer apartada de eso. Por eso debe incorporar lo audiovisual como un campo de conocimiento en sí y no sólo -como muchas instituciones educativas lo hacen- para vehiculizar conocimientos sobre determinados temas. Un axioma afirma que cuando se incorpora una nueva tecnología educativa al conjunto de las preexistentes hay que capacitar no sólo en el uso de esa tecnología para transmitir contenidos educativos, sino sobre la tecnología misma. Los docentes deben tener en cuenta estos dos aspectos cuando pretenden incorporar la tecnología audiovisual al aula.
No es sólo un instrumento inocente para transmitir determinados conocimientos de historia, geografía, biología, sino que también se requiere el conocimiento sobre la tecnología en sí. Entonces, desde esta perspectiva, hasta la peor película de acción puede cumplir una función educativa porque se puede analizar críticamente y relativizar las intenciones de los emisores. Por ejemplo, el docente puede explicarles a los alumnos cómo son hechas esas películas, qué significan tales planos, qué efectos y trucos había, etc. Eso es educar la mirada, no se trata de prohibir. El docente tiene la tarea fabulosa de enriquecer la capacidad de apreciación y elección de sus alumnos, es decir, enseñar a ver en el sentido integral del término.

P: ¿Cuáles son los privilegios que posee el cine en relación a otros soportes pedagógicos?

S.V.: El cine es un gran campo de trabajo. Y lo es, sobre todas las cosas, porque posee una dimensión artística. Lo audiovisual tiene el privilegio de ser una síntesis de distintos lenguajes artísticos porque combina códigos teatrales, literarios, de las artes plásticas, de la música, etc. En mi opinión la función del cine debe ser entretener a los chicos pero, al mismo tiempo, aportarles elementos para el desarrollo de su sensibilidad, su comprensión del mundo y su creatividad.
Yo creo que el cine es una de las expresiones artísticas más importantes de nuestra época, y un chico debe estar vinculado con las prácticas artísticas porque son una fuente de construcción de autoestima e identidad.

P: ¿El cine puede ayudar a estimular otras capacidades de los alumnos?

S.V.: Sí, el cine puede ser un poderoso estímulo para el desarrollo de las capacidades de expresión, comunicación y creación de los chicos en la escuela. Y no sólo en el campo de lo audiovisual. Un ejemplo común: los chicos no leen porque les atrae más lo audiovisual que la lectura, la cual exige cierto esfuerzo intelectual. Pero lo audiovisual puede usarse como motivador para que los chicos lean y escriban. Una actividad posible, en ese sentido, es realizar un concurso de crítica cinematográfica.
Se propone ver algunas películas, se las analiza y, luego, cada alumno -en forma grupal o individual- escribe su opinión. Para ello, obviamente, tendrán que investigar y leer alguna bibliografía. Esta es una forma de estimular la lectoescritura.
Porque si hay algo que no se puede hacer es obligar a un chico a leer. Lo que sí se debe hacer es despertar el interés, motivarlo para que él sienta ganas de leer y conocer.
Lo audiovisual es un instrumento educativo formidable que todavía es subvalorado e insuficientemente utilizado.
Lo cierto es que la mercantilización absoluta nos está ganando la carrera muy de lejos y no está dejando de formar a los niños como consumidores, cuando -desde la cultura y la educación- tendríamos que estar formando a los niños como sujetos.



Susana Velleggia
Presidenta de la Asociación Nueva Mirada y Directora del Festival Internacional de Cine “Nueva Mirada” para la infancia y la juventud. Además es socióloga, cineasta y especialista en televisión educativa.

* Extraído de Revista 12(ntes)

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